La cabeza de un hombre exquisitamente separada del cuerpo aparece una buena mañana de 1726 en Londres, a orillas del Támesis.
Lo que sigue son los esforzados esfuerzos de la autoridad para encontrar al dueño de la cabeza y al culpable de su decapitación en una época en que a lo más que podía aspirar el CSI era a colocar la cabeza en cuestión sobre diferentes cuerpos decapitados para ver en cuál… encaja.
Con este capítulo di comienzo a mi nuevo podcast CADÁVERES EXQUISITOS, un podcast al que acudo de tarde en tarde, cuando me doy de bruces con algún crimen real tan estrambótico que mi exquisito sentido arácnido zumba desesperado y algo dentro de mí grita: ¡Esto pa’l cadáveres!
Ahí lo tenéis. Espero que os guste. Si así es, recordad: ¡suscribíos!